La señalización en los lugares de trabajo (II)
Continuamos con nuestro repaso a las señales más frecuentes que podemos encontrar en los puestos y áreas de trabajo, según se regula en la Guía Técnica de Señalización de Seguridad y Salud en el Trabajo. Conocerlos es importante para saber actuar en situaciones de riesgo.
Ya hemos comprobado que existen diferentes tipologías de señales, y que cada una de ellas está asociada a determinadas formas y colores. Por ejemplo, la señalización de advertencia tiene siempre forma triangular y usa los colores negro y amarillo, tonos que también están presentes en zonas de riesgo permanente.
Hasta su colocación en el puesto de trabajo, la señal pasa por diferentes fases, entre las que destacamos la fabricación y la homologación.
La señalización que vemos en entornos laborales se fabrica con un porcentaje mínimo de sustancias corrosivas, para mantener la higiene de los trabajadores. Lo más habitual son las señales de hierro galvanizado o PVC. Si la señal ha de colocarse en entornos con poca luz, es aconsejable que se fabrique en material fotoluminiscente.
Además de estar bien construida, la señalización debe cumplir unas determinadas características colorimétricas y fotométricas, según dicta la ley. Esto es a lo que nos referimos con homologación, y no todos los fabricantes cuentan con la certificación adecuada.
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