La cartelería es una de las soluciones de publicidad más recurrentes tanto en exteriores como interiores. Pero si hablamos concretamente de la primera opción, las características del producto han de ser más específicas.
Lo primero que debemos saber al hablar de impresión de gran formato, es que es muy delicado dar garantías en exteriores sobre impresiones realizadas con plotters. Un producto a la intemperie está sometido a un sinfín de elementos que merman su calidad. Por ello, artículos de publicidad sin laminar o proteger, no suelen durar más de 3 o 4 años.
El primer elemento que se degrada es, lógicamente, la tinta, que ha sido sometida a pruebas de resistencia en laboratorio para darnos una ‘fecha de caducidad’ aproximada. Pero en la calle es otra historia.
La garantía a la intemperie de cualquier producto, superficie disolvente de tinta o de pigmento depende también de diversos factores: las condiciones atmosféricas externas y la abrasión.
No existe una garantía fija y universal de la durabilidad de ningún tipo de cartelería, teniendo en cuenta los factores antes expuestos. Por eso, en soluciones de publicidad exterior, se debe confiar solo en empresas serias, que ofrezcan una impresión de calidad teniendo en cuenta los condicionantes que puede haber en la calle.
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