Como ya sabemos el vinilo consiste en pegatinas de diferentes tamaños que pueden cubrir grandes zonas. Entre una de sus utilidades esta el cubrimiento de coches y es que esta medida es mucho más económica que la capa de pintura y además nos proporciona un toque más personal y creativo.
Lo principal para este tipo de cubrimientos es que el vinilo se adhiera perfectamente a la carrocería para que el resultado sea óptimo. Por eso, es muy importante que nuestro vehículo no presente ningún boquete.
Debemos limpiar bien el coche antes de pegar el vinilo ya que puede tener dificultades al encontrarse sobre una superficie llena de partículas de polvo. Una forma de evitar problemas, a la hora del pegado, es despejar las zonas retirando todos aquellos objetos que entorpecen el trabajo, como son, la matrícula, las molduras o los retrovisores.
Una vez tengamos todos estos pasos realizados es hora de medir las piezas ya que se deben cortar de una sola vez. A la hora de adherirlo se evita que queden burbujas o imperfecciones. Para finalizar, se cortan los sobrantes del vinilo y se deja reposar sin hacer lavados al coche durante unos días.
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