Todos lo conocemos. Mayores y pequeños han pasado por su lado al hacer un viaje en coche por España. El Toro de Osborne, símbolo de la famosa marca de brandy, se ha convertido en una parte más del paisaje del país. Hoy os contamos el origen de estos carteles publicitarios que, por cierto, no estuvieron exentos de polémica.
Hace casi 60 años, en 1956, Bodegas Osborne pidieron a Manuel Prieto, de la agencia Azor, que diseñara un símbolo para Coñac Veterano. La decisión de que el toro representara a la marca fue que era típico de la zona, su masculinidad y lo español del animal.
A lo largo de los años, el tamaño y material de los carteles ha ido variando. Los primeros eran de madera y medían 4 metros. En 1961 pasaron a ser de chapa y llegaban a los 7 metros, aunque un año después pasó a medir el doble. Llegaron a instalarse 500 toros.
En 1988 se aprobó la ley general de carreteras, que prohibía las vallas publicitarias en la red de carreteras, incluyendo las del famoso toro. Hubo muchísima polémica en medios y en la propia ciudadanía y, finalmente, se conservaron 90 toros que hoy forman parte del paisaje de la geografía española.
Fuente: 20minutos