Queremos dedicar algunos de nuestros post a las banderas más curiosas del mundo y hoy vamos a empezar por una que, probablemente, sea conocida por todos: la de Japón, con ese fondo blanco y un lunar en el medio que en realidad no es rojo, sino que es color carmesí.
Muchos la verán como una bandera simplona, sin más, mucho blanco y algo de rojo, pero todo tiene su sentido. El nombre oficial es Nisshōki, que significa bandera de sol en forma de disco, aunque comúnmente se la denomina Hinomaru, es decir, disco solar. Muchos historiadores opinan que es así porque representa al sol naciente, que baña de luz a las islas japonesas y guía a las personas por el buen camino. La más grande mide 9 por 13’6 metros, pesa 49 kilos y está situada en el templo Izumo, perfectura de Shimane.
La bandera japonesa se hizo oficial en 1870, pero no de forma legal. Aunque parezca mentira, se oficializó en 1999. Eso sí, anteriormente siempre se utilizó como signo nacional, excepto en la época en que Estados Unidos ocupó el país tras la Segunda Guerra Mundial, momento en el que se restringió su uso.
Fuentes: conoce-japon.com