Es más importante de lo que parece, la elección de los colores en una estrategia publicitaria es fundamental para llegar a nuestro público objetivo. Está demostrado que los colores afectan a nuestro cerebro de manera más efectiva que las palabras por eso, a la hora de realizar una creatividad para nuestras acciones publicitarias, conviene saber que significados o sentimientos transmite cada color.
Cada cultura asocia diferentes significados a los colores. La primera regla que debemos tener en cuenta es el análisis de nuestro target. Por ejemplo, en los países occidentales el rojo adquiere un significado de dolor, peligro o muerte. Esto se debe, entre otras coas, a su asociación con la sangre. Sin embargo, en algunos países del este el rojo se utiliza para las bodas aportando al color rojo un significado de felicidad.
Volviendo a nuestra sociedad, podemos hablar de diferentes significados generales que por cultura tenemos asociados en la mente.
Verde: Es el color de la esperanza, la naturaleza, la primavera, la libertad o la frescura. Es muy frecuente su utilización para empresas que tienen que ver con la ecología y el reciclaje. También para temas que tienen que ver con la salud.
Azul: El azul transmite calma, paz, por su simbología con el mar y el cielo. Frescura, paciencia, seriedad, pero también se asocia a la depresión o la tristeza. Es común encontrarlo en empresas del sector de la limpieza, para empresas de alta responsabilidad que necesiten transmitir confianza como son las aseguradoras.
Amarillo: es el verano, el sol, la alegría. Se utiliza sobre todo en el sector del ocio y en empresas que no necesiten expresar demasiada seriedad. Este color es bueno para contrastar con el negro y se utiliza mucho en cartelería.
Negro: indica poder, elegancia y misterio.
Blanco: se asocia a la inocencia, la pureza, igualdad y positividad. En nuestra cultura se relaciona con las celebraciones pero también con temas relacionados con la salud.